lunes, 7 de septiembre de 2009

El duelo sudamericano.

Una vez jugue un partido Argentina-Brasil en Ubatuba. En realidad no puedo decir que jugue un partido, jugue un rato porque como me habia roto el hombro hacia poco, la primer media hora la pase observando y sorbiendo caipirinha...

Los tipos la tenian atada, eran todos lujos: bicicletas, caños, centros perfectos... ibamos 4-0 en un partido a 5, y desde mi posición de estratega de golpe vi la solución. Llame a mis amigos y les dije:

- hermanos, argentinos, vamos a cagarlos a piñas!!!

Teniamos una defensa imparable con dos tipos grosos (uno era de madera, pero pegaba...). Cuando estos dos atletas entraron a darles, los brazucas empezaron a retroceder... Mas seguro de mi mismo con el apoyo de estos gladiadores, y porque ya habia terminado la 3er caipirinha, entre a la cancha...

Con 5 goles toscos, pateando, empujando, y dandole a los rebotes, quedamos 5-4 a favor nuestro y yo invite una ronda a vencedores y vencidos, y brindamos por el puto de pele y las tetas de xuxa y la merca de maradona, y despues ellos invitaron otra y nosotros otra y asi quedamos, tan amigos y tan borrachos, mientras el sol se convertia en una naranja cayendo por el horizonte... Esa noche fuimos a una re fiesta en la playa donde estrechamos mas aun los lazos con el elemento local; nos encontramos con los brasileros y jugamos la revancha a una carrera de caipirinhas, pero todos perdimos la cuenta... debe ser que empatamos!

Una interpretación de los hechos dice que los brazucas son unos cagones pecho frio. La otra dice que los tipos se cagan de risa y juegan tanto mejor que nosotros que cuando empezamos a pegar les empezó a chupar un huevo, como cuando jugas con un sobrinito y se calienta y lo dejas ganar. No se cual de las dos hipotesis es la correcta, o si son correctas las dos; pero una cosa es un partido en la playa y otra la clasificacion. Acepto el 3 a 1 pero no que todos los brazucas se hayan vuelto caminando...

w.w.

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