jueves, 27 de agosto de 2009

200...

Ya vamos 200 visitas, cuando sean 300 vamos a ser Espartanos!!

ww.

lunes, 24 de agosto de 2009

Dolce vita

La maga...
la que andaba sin buscarte pero sabiendo que andaba para encontrarte...

la que siempre está...
la que nunca se fue...

la que te mueve los cimientos...
la que te eleva a la terraza...

la que te empuja al bunjee jumping...
la que te hace saltar sin red...
y sin remordimientos...

la que tiene nombre de Deseo...
la que desea no tener nombre...

la que te descubrió...
la que te dejó descubrirte...

la que te hizo hacer esas cosas que te cansaste de decir que jamás harías...

la que te pidió vino y tomó sólo una copa...

la que siempre está por llegar...
y la que llegó para quedarse...

la que nunca llegó pero te hizo disfrutar de la espera...

la que espera y desespera...

la de la noche estrellada...
la de la noche en el campo...
la de la ciudad...
la del subte...
la del bar de palermo...
la del 31 de diciembre... y la del 1ro de enero.

Mulher, mulher, mulher... mi mano en tu vientre... a eso yo llamo belleza!

Wilson W.

Viaje al campo de los deseos

Cuando me propusieron el viaje, intenté negarme de plano, con las primeras 3 opciones del manual de las excusas... pero fue en vano. Mis amigos habían ya editado el tercer tomo del mismo y tenían todas las estrategias para rebatirme, argumento por argumento. Sólo tuve que decir que sí, y elegir un nombre ficticio que me diera una nueva identidad y, porque no, una preciosa inmunidad.

Los primeros 200km fueron de "acquantancy talking", algo asi como un sucinto repaso de lo más saliente de las nuevas personalidades adquiridas apenas cruzada la Gral. Paz. Los siguientes 150km pasaron a ser testigos de las múltiples estrategias del backgamon social que predispondría un panorama con pocos dados, pocas fichas, pero muchos jugadores.

Una vez llegados, tuvimos la recepción del caso según las costumbres del pueblo y también una oportunidad para hacer un segundo repaso de las personalidades asignadas para la ocasión. Primera noche de estudio y reformulación de estrategias.

El amanecer en el campo ya presagiaba intensas batallas, en principio dentro de las reglas de juego, donde cada uno acomodaba sus fichas en una partida que se percibía iba a definirse a la caida del sol. Prolijamente, cada jugador fue midiendo milimétricamente sus movimientos... para reservar su estocada para el segundo preciso.

En el instante en el que el sol dejó de asomarse de este lado del mundo, el tablero giró, rotó y calzó con una dinámica digna de los días más hormonales del verano... a pesar de estar en una fría noche de abril. El juego de las manitos, las medidas de gin de las chicas, sumadas a las generosas medidas de ginebra de los chicos fueron, poco a poco, gestando la explosión final.

Pese a las intensas y vanas resistencias, los umbrales fueron superados... y si bien será muy difícil conseguir testimonios fidedignos que lo corroboren... dos pasos más allá de esos límites quedaron los momentos más jugosos e intensos de un viaje que, incluso mucho antes de nacer, tuvo un destino sordidamente pecaminoso.

Wilson W.