Algunas veces me pregunto si uno puede animarse a definir eso que uno desea con locura , y que de alguna manera, también contribuye a ser.
Los preconceptos, la presión social y lo que la gente espera de uno, en muchas ocaciones nos detiene y nos limita. En la mayoría de los casos debería decir. Pero sin embargo, afortunadamente tenemos noches de desmesura.
Los límites sociales se rebalsan a pura adrenalia y movilización. Atrás quedan las críticas, el "qué dirán" escrito en tonos tan grises como sus voceros...
¿Qué es el arte?, me pregunto.
Y en estos días no hago más que encontrar respuestas.
Esta noche, el arte es Led Zeppellin, Sauvignon Blanc y grafito. Y el grafito se desplaza por la tela como nunca antes lo ha hecho. Y Jimmy Page canta viceralmente como si fuera su última vez. Y el Sauvignon es más Blanc que nunca.
El arte es Cortázar caminado por la noches de París. Esa París misteriosa y cautivante que nos atrapa paso a paso.
El arte es escribir sobre París, mientras Londres mira de reojo.
El arte es admirar a Bansky, deseando íntimamente despertarnos algún día siendo él.
El arte es hablar de la historia, mientras el presente nos arrolla.
El arte es la mirada arrogante de Nueva York sobre Londres y París, sus predecesoras aún vigentes.
El arte es la rebeldía neoyorquina de Baskiat formando parte del mainstream.
El arte es ese puente entre lo que tenemos y lo que soñamos.
El arte es pintar con azules inventados.
El arte es pintar sin conocer los colores.
El arte es.
No te lo pierdas.
Wilson W.
viernes, 22 de octubre de 2010
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